Hablamos con Catuxa Salom, cantante gallega que funda las bases de su sonido en la convergencia entre sus raíces argentinas y un folklore gallego nutrido de electrónica
En la anarquía que preside el universo musical, se establecen vínculos sorprendentes entre estilos aparentemente antagónicos e incompatibles. Pero bendita la clarividencia cuando, por descuido o por determinación, abrimos la mirada y asumimos las extraordinarias simbiosis que se pueden llegar a desarrollar. En el sendero de la libertad experimental habitan combinaciones y fenómenos herméticos que vamos descubriendo, conforme nuestra introspección personal siembra la epistemología de aquello que da sentido a nuestro propósito desde el primer aliento: la raíz. Desde Cool Coruña, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Catuxa Salom, una de las figuras con más personalidad dentro de la escena musical independiente, honesta con su genealogía argentina, comprometida con su raíz gallega, y ciudadana de la modernidad con el componente electrónico incorpora al traspaso musical de su origen.
P: Para empezar. ¿Quién es Catuxa Salom?
R: Catuxa Salom es un proyecto que bebe de mis raíces argentinas sobre todo, y gallegas también, y las mezclo de manera innata con la incorporación de la electrónica, porque soy hija de los tiempos que corren, y de ahí sale un cóctel explosivo muy bailongo.
P: Tu álbum “Caldo” cuenta con un sonido completamente ecléctico, representa la convergencia de la música de raíz con ese revestimiento electrónico, pero también recoges toques rítmicos de a muiñeira, o afrobeat, o drum and bass ou o dembow (reggaeton), e incluyes versos en francés en Sauvage. ¿Cómo concentrar en nueve canciones la infinita tormenta de ideas de la que tiene que provenir este nuevo disco?
R: A la hora de crear intento ser fiel a mí misma, partiendo de quién soy yo y qué tengo que contar sobre mí, y eso está reflejado en las canciones del disco. A pesar de qué ninguna se parece a la otra, en todas se nota mi esencia, siguen un patrón que define mi manera de componer, se percibe la pasión por todo tipo de ritmos y estilos musicales, y también mucho disfrute por mezclarlos. No me veo en un género concreto, me gusta explorar. He viajado mucho por el mundo, y por eso también hay cuatro idiomas en el disco, que son ruso, castellano, gallego y francés. Para mí hay mucha vida a la hora de sentirme libre creando.
P: Existe un creciente movimiento de fusión de los elementos del folklore gallego con la electrónico. ¿Cuáles son los motivos por los cuales la música de raíz y la electrónica son tan compatibles?
R: A ver, ahí hay todo un análisis sociológico detrás y, a nivel de globalización, estamos en un punto álgido en la que está todo mezclado, y con las redes sociales puedes ver la vida de todo el mundo, cuando antes eso no sucedía. En esa globalización uno se pregunta ¿quién soy yo?, porque es bastante inherente al ser humano el pertenecer a una tribu, digamos. A partir de esta cuestión se produce un retorno a la raíz. Paralelamente, desde el ámbito musical, a nivel frecuencial, los ritmos folclóricos con la electrónica casan, porque son ritmos que van al uno, que buscan el movimiento de la cadera, del cuerpo, y pegan directo en el corazón. En esta convergencia hay una simbiosis que parece de toda la vida, pero que está apareciendo ahora.
P: ¿Cómo explicarías la exponencial concienciación de la importancia de las raíces en una etapa social más propensa a banalizarlo todo, desde tu punto de vista musical y personal?
R: Me imagino que, simplemente, es algo que te llega fácil. Como lo has mamado los primeros años de tu vida en el coche de tus padres o en reuniones familiares, está totalmente adherido a las paredes del cerebro. Creo que hay una conexión ahí que se activa muy rápido. Lo veo con mi padre cuando escucha folklore argentino, aunque vive aquí en Galicia, y salta, y yo también salto. Es algo bastante natural e inherente. Además, mucha gente de fuera que viene a veranear habla de la envidia que les da nuestro vínculo con el folklore. Nosotros lo tenemos muy normalizado, pero en ciudades más grandes y despersonalizadas se concibe como algo muy bonito que hay que cuidar.
P: Para terminar, háblanos sobre tus proyectos futuros. ¿Cuál es el siguiente paso de Catuxa Salom?
R: Seguiré una línea experimental. Estoy investigando mucho el comportamiento de las abejas. En esta época de globalización e individualización, aparte de estar en peligro de extinción, las abejas presentan patrones de comportamiento muy interesantes, y estoy indagando en ello, dentro de un concepto más experimental que parten de los sintetizadores analógicos. Pero bueno, aunque es una idea que tengo en la cabeza, estoy centrada en lo que es el disco, en compartirlo con la gente, y que a todo el mundo le llegue el cariño con el que se ha hecho.