Nebra, la progresión estilística de la tradición hacia la contemporaneidad

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La banda luguesa, liderada por Sara Nebra, cultiva el mestizaje entre la raíz estructural de la música tradicional gallega y la introducción de géneros contemporáneos

Foto: ASeara (cedida)

La recuperación de los orígenes identitarios de una comunidad contribuyen a su fortalecimiento, a la comprensión de su coyuntura presente y la clarividencia sobre los escenarios plausibles que depara el futuro. No obstante, el verdadero valor de la raíz radica en su consustancial implicación con la epistemología conductual de la sociedad. El conocimiento del principio de todo permite la dilucidación de las cuestiones abstractas que suscita el comportamiento de un colectivo, poniendo de manifiesto la auténtica naturaleza que lo rige. Desde Cool Coruña, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Nebra, grupo oriundo de Lugo que construye un sonido singular fundado en la preservación de la tradición y la recepción ineludible de las inmediaciones musicales contemporáneas.

P: Para empezar. ¿Qué es Nebra?

(Sara): Para mí Nebra es un grupo que junta la inspiración de la música vocal tradicional con una sonoridad más contemporánea. Lo que nos gusta a cada uno forma ese conjunto estilístico que surgió. Nosotros tocamos en grupos distintos, en géneros distintos, y de esa experiencia nace el proyecto.

(Ángel Boquete): Nebra es esa mezcla entre la música que nos creó y la música que nos formó después.

P: Adentrémonos en vuestra discografía, en concreto de vuestro álbum publicado, “Sereas”, que grabasteis en una sola toma para darle una aparente sensación de directo. ¿Por qué decidisteis conferirle esta atmósfera al disco?

(Sara): En ese momento queríamos tener un disco lo antes posible, y nos parecía la forma más fácil de intentar reflejar lo que hacíamos en directo. A nivel de producción no sabíamos muy bien como trasladarlo, por lo que decidimos grabarlo a una toca e intentar que funcionase así.

(Ángel Boquete): Fue un proceso muy natural. Tenemos experiencia de grabar por pistas, y en este caso creo que ni nos lo planteamos. Por como se fue desarrollando el proyecto se dio así, y aparte grabamos en la sala Clavicémbalo, que es nuestra casa básicamente, con el técnico de sonido Iván Reija, que también forma parte de la familia de Nebra. Terminamos en una mañana, y cada uno grabamos dos tomas en total, seleccionamos las que mejor estaban, y así fue.

P: Mencionabais el influjo de la música tradicional con el componente folk, unido a la contemporaneidad del mundo actual. En esta convergencia incorporáis un bajo eléctrico, e incluso percusiones alejadas de los patrones rítmicos prototípicos del tradi. ¿Cuál es el origen de esta fusión, y cómo se fragua esta sinergia para que salga tan natural?

(Sara): La idea empezó en la pandemia. Tenía mucho tiempo, y quería hacer un homenaje a la música tradicional, porque de pequeña la cantaba, y llevaba años sin cultivar el estilo. Entonces, empecé a experimentar y le pedí a Ángel si podía hacer el bajo para los arreglos que comenzaba a hacer. Por ahí surgieron cosas que me molaron, y pensé que necesitábamos alguien en percusión que introduzca ideas nuevas, porque a mí solo se me ocurrían patrones de música tradicional. En este punto fue cuando contactamos con Ro, y surgió así. Yo tenía una serie de referentes en ese momento, una idea de que el bajo fuese agresivo con respecto a lo que hacía yo para lograr una sensación de contraste.

(Ángel Boquete): Como pasó con la grabación de “Sereas”, fue todo muy natural. A la hora de meter el bajo, Sara quería subir las canciones para las plataformas digitales y yo me predispuse, pero yo no soy un bajista versátil, siempre toqué metal, y no sabía si iba a funcionar o no. De hecho, hasta que no tocamos por primera vez en directo no sabíamos cómo iba a ir (risas). Sin embargo, recuerdo que empezamos con Meigallo y nos dimos cuenta de que la atmósfera que creábamos era interesante, que no resultaba un pastiche o algo forzado.

(Sara): Es complicado etiquetar nuestro estilo. Al final, no es música tradicional, aunque nuestras canciones si que pueden presentar similitudes con la estructura de la canción tradicional.

P: Quería profundizar en el compromiso de vuestras letras con temáticas sociales, como la problemática de los incendios forestales, la salud mental o la cuestión de género. ¿Consideráis que las letras deberían ser el escaparate para esa conciencia social que a veces relegamos a un plano secundario?

(Sara): Cuando pones letra a una música, es un fenómeno transversal. Si tienes una manera que pensar y unas inquietudes, es importante que se vean proyectadas en las canciones. Los artistas tenemos una responsabilidad social, y es fundamental reivindicar las cosas que te tocan de cerca. En mi caso, hay cuestiones que me afectan por ser mujer, y el tema de los incendios forestales me preocupa porque soy de aquí, y lleva siendo un conflicto desde que tengo memoria. Pienso que los artistas debemos mojarnos, quizá no en todos los temas porque no somos expertos, pero sí que hay cosas que debemos poner sobre la mesa.

P: Se está desarrollando una rica escena musical que parte de la influencia de la música tradicional y del folk, orientada hacia la fusión. ¿Cómo explicáis este interés por cultivar la fusión con la raíz como el elemento primordial, y por qué vuelve a estar en el primer plano?

(Sara): Las tendencias son cíclicas. A veces hay una cosa que funciona y la gente entra en esa onda, pero considero que era necesario que apareciese una generación implicada con la creación de una música próxima a la raíz tradicional, porque hacía mucho tiempo que no surgían grupos con tanto éxito. Tanxugueiras, por ejemplo, hizo mucho por que la gente se interesase por la música tradicional. Cuando yo era más joven, sí que existían grupos de folk con un tinte tradicional, como Luar na Lubre, pero ya estaban desapareciendo, no se encontraban en su apogeo como ocurría en la época de mis padres, que vivieron Fuxan Os Ventos y otros grupos simbólicos de nuestra cultura. No obstante, este enaltecimiento de la raíz se está expandiendo por toda la península. Rodrigo Cuevas en Asturas, Derby´s Motoreta Burrito Kachimba en Andalucía…

(Ángel Boquete): No tengo claro cuáles fueron los pasos o la etapa en la que la música de raíz estaba denostada o relegada a un segundo plano. En relación con el tema de la fusión, quizá un colectivo de personas está harta de consumir música en inglés o de fuera, y acabas desconectando de esa escena porque te empieza a sonar todo igual, y empiezas a buscar a algo propio, algo con alma, a algo que te vincule conmigo mismo. En mi caso, lo interpreto con el lenguaje que aprendí, que es el rock y el metal. No es una decisión estética fría, sino que es la manera que tengo de interpretarlo. Si Sara me presenta algo basado en el folk, yo no hablo ese lenguaje, así que lo construyo a partir del mío.

(Sara): Cuando hablamos de que la música tradicional estaba olvidada lo decimos desde la perspectiva mainstream. Siempre digo que Mercedes Peón hacía esto hace 15 años, pero no pertenecía a la ola del mainstream. Ahora, en cambio, la gente sí se interesa por la tradición.

P: Para terminar, habladnos de vuestros proyectos futuros.

(Sara): Tenemos pensado meternos a grabar pronto. Ya hay una serie de canciones que estamos tocando, que queríamos ver como funcionaban. Quizá no los publiquemos en formato disco, pero como singles o incluso en formato EP sí que sacaremos este año.

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