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Leticia Rey: «El jazz permite una mayor expresión del alma»

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Entrevistamos a Leticia Rey, cantante y compositora que nos traslada con su magnético timbre de voz al punto radical de su fuerte conexión con la música

Foto: Cris Andina

Los cimientos del jazz se gestaron en la atmósfera de opresión que sufrieron los esclavos africanos en Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XIX. El góspel o el blues representan la subsistencia y la expresividad más arraigada del alma de un colectivo avasallado por la segregación racial que imperaba, y sembraron las semillas del género musical que se acabaría afianzando como icono intemporal del mundo contemporáneo. Desde Cool Coruña, hemos tenido la oportunidad de hablar con Leticia Rey, cantante y compositora que canaliza su profundidad emocional a partir de la complejidad armónica y conceptual del jazz, concebida como extensión auténtica del alma.


P: Para empezar la entrevista. ¿Quién es Leticia Rey?

R: Leticia Rey es un ser humano al que le gusta expresarse a través del arte. Siempre he sido una persona muy conectada con mi creatividad, con la expresión artística. Me metí a la música desde muy niña porque era lo que me latía dentro, lo que más me gustaba desde siempre. Pero también, a medida que voy caminando y conociendo mi vertiente creativa, veo que, en general, me gusta descubrir de que otras maneras artísticas puedo expresarme, como dibujar o pintar. No obstante, la música es mi camino principal.

P: Para las personas sin un oído musical cultivado, el jazz puede resultar monótono y hasta repetitivo, como si todas las canciones sonaran igual. Tu discografía se aproxima al jazz como el género predominante. ¿Qué es para ti el jazz?

R: El significado que tiene el jazz para mí es evidente. Es un estilo de música con el que siempre sentí una conexión fuerte, desde las primeras canciones que descubrí y canté de Etta James, y vi que se acomodaban muy bien a mi voz. El jazz es un género incomprendido, por su complejidad armónica y porque se aleja de los cánones de la música comercial actual. Para mí es uno de los estilos musicales que permiten una mayor expresión del alma.

P: ¿Cómo es trasladar la vocación del jazz a un mercado que ya no lo fomenta?

R: Es una decisión muy romántica. Al final, uno se ve obligado a decidir entre el mercado y el arte. Esto pasa con el jazz y con cualquier cosa que no esté en auge dentro del mercado. Hay que decidir que tú quieres hacer la música que sientes, y buscar cómo mercantilizarlo y vivir de ello, y procurar que haya un retorno para poder seguir haciéndolo. Es una decisión sobre priorizar la pasión e intentar materializarla.

P: ¿Es difícil hacer carrera en el jazz si no te vas a los núcleos donde prolifera más?

R: No lo sé, la verdad. Yo vengo de un pueblo pequeño, y me vine A Coruña porque, básicamente, es la cuna del jazz en Galicia. Entonces, en general, irse a la gran ciudad, seguramente, sí que abre más puertas. ¿Debe ser algo importante eso? Cuestión de cada uno y de lo que quiera hacer.

P: En tu proceso compositivo, ¿A qué le otorgas más prioridad, al contenido de las letras, o a una base instrumental que complete y enriquezca el sentido de la canción?

R: Todo es importante. El proceso compositivo, para cada canción, es un mundo. El nacimiento de cada tema, ver su crecimiento y su puesta en común con el resto de la banda, hace que se desarrolle en una dirección a la que no sabías que iba a ir. De dónde suelen nacer es de una melodía inicial, luego hago una armonía básica y a la letra le doy también la gran importancia que tiene. Sin embargo, lo fundamental es la magia que hace la banda en la canción con sus arreglos.

P: ¿Cómo percibes el final de ciclo de tu álbum “Lux”?

R: “Lux” es un disco muy especial para mí, y lo va a ser siempre, es parte de mí. A veces, cuando ya tocas en público y has iniciado una carrera, a la hora de componer ya sabes que las canciones que surjan van a salir a la luz. Pero cuando compuse los temas de “Lux”, no sabía ni que las iba a publicar ni cuando. Por eso, tiene un tinte especial que le concedió esa incertidumbre. Ponerle “fin” a “Lux” es dar paso a una nueva etapa compositiva, a una etapa acorde con mi madurez musical. Con lo que viene estoy muy ilusionada, con ganas de darlo a conocer.

P: Hablando del futuro, el año pasado sacaste dos sencillos, y estás grabando nuevas canciones en gallego para tu futuro proyecto “Danza Luz”. ¿Qué versión de Leticia Rey nos vas a enseñar en este nuevo disco?

R: En ocasiones, tengo un problema muy grande para definir lo que hago, y con esto me pasa igual. Sé que va a ser muy diferente a lo que he hecho hasta ahora. Participan nuevos músicos, nuevos instrumentos, y va a tener un sabor completamente distinto. Se podría definir como un disco folk con un pequeño deje clásico.

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