«La Casa del Dragón», una danza de dragones por error

1 minuto de lectura

El cuarto episodio de la 2º temporada de la serie nos ofrece un adelanto de la destrucción total que supondrá el conflicto entre los verdes y los negros

Nadie puede negar que el cuarto episodio de la 2º temporada de «La Casa del Dragón» ha sido un golpe de efecto emocional y necesario. No resulta sencillo ser una precuela a la altura de una de las series más populares de todos los tiempos, como lo es «Juego de Tronos». Seríamos injusto, como público, si buscásemos en «La Casa del Dragón» los ecos de libertad de Khaleesi, la Madre de Dragones, la moral inquebrantable de Jon Nieve, o la maldad precavida de los Lannyster. Pero lo cierto es que la primera temporada, estrenada en HBO Max en 2022, nos sorprendió a todos para bien. A pesar de los considerables saltos temporales entre cada capítulo, el desarrollo de la trama hacia un conflicto sucesorio irresoluble con el nombramiento de Rhaenyra como heredera, y la maquinación en las sombras de los Hightower para hacerse con el poder, desprendía la tensión política y dramática que nos devolvía a las fantásticas primeras temporadas de «Juego de Tronos». Además, la exploración y mayor presencia de dragones tan importantes en la saga de George R.R. Martin como Vhagar o Caraxes constituyó un aliciente para sumergirse en la serie, y una pista de la magnitud de la guerra que se avecinaba.

Los primeros capítulos de la 2º temporada, sin embargo, evidenciaron un problema recurrente de la serie: la dificultad para encontrar su propio ritmo. La primera temporada nos sirvió para contextualizar la dimensión de un conflicto inminente, combinando momentos de maduración de la futura confrontación con pequeñas pistas de la naturaleza de la fractura de la familia real tras la muerte de Viserys, como la muerte de Lucerys y Arrax por un arrebato de Vhagar que Aemond no pudo controlar. Sin embargo, el comienzo de la 2º temporada no rompió con este ritmo aparentemente lento, sino que acentuó la creciente tensión entre ambos bandos, con conspiraciones y decisiones precipitadas de por medio. Pero la complacencia se terminó, la paz ya no es una opción. El 4º episodio supone el inicio de la guerra que marcará el antes y después de los Siete Reinos, y el comienzo del declive de la dinastía Targaryen. Un episodio repleto de acción y tragedia, en la que pudimos ver las consecuencias devastadoras de un duelo entre dragones, las verdaderas intenciones de Aemond, y una pérdida sensible para el objetivo de Rhaenyra para recuperar su derecho de nacimiento: la muerte de Rhaenys Targaryen, la Reina que nunca lo fue. Mientras tanto, Daemon perdiendo la cordura entre las ruinas malditas de Harrenhold…

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Historia anterior

El festival «Noites do Porto» toma forma

Siguiente historia

«Identidade, memoria histórica e movementos sociais»: un viaje inmersivo en la figura de Luis Seoane

Últimos desde Series

0 $0.00