Óscar Cabana: «Es básico tener una seña de identidad»

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Hablamos con Óscar Cabana, pintor coruñés que revitaliza los lugares más significativos del mundo urbano desde un enfoque arquitectónico

Imagen: coolcoruña

La pintura no deja de ser una plataforma para representar la realidad desde perspectivas totalmente diferentes, y su flexibilidad creativa se extiende hasta su materialización como elemento tangible. Desde Cool Coruña, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Óscar Cabana, un pintor que logra trasladar con su espátula la idiosincrasia natural de la arquitectura y del mundo urbano al lienzo. De nuevo, es hora de abrir el telón. Comenzamos.

P. Me gusta comenzar las entrevistas dejando que el protagonista se presente a sí mismo. ¿Quién es Óscar Cabana?

R: Pues Óscar Cabana es un pintor coruñés y arquitecto, que se define a través de su pintura. Mi pintura es de autorretrato, porque pinto siempre arquitectura, paisaje urbano. Mi pasión es la arquitectura, por eso siempre pinto edificios, industrias, infraestructuras, de una manera que intento que sea espontánea y rápida, como yo soy. No tengo nada predefinido, como soy yo también en mi vida.

P: Te consideras entonces una persona espontánea, y eso lo trasladas a tu pintura…

R: Sí, sí, me gusta que fluyan las cosas, más que tener algo pensado a priori y seguir un camino.

P: En cuanto a los motivos que pintas, ¿cuál es el origen de esta visión tan urbanística de tu pintura?

R: Creo que el origen está en mis estudios de Arquitectura. Estudié esta carrera aquí, en Coruña, y trabajé 12 años de arquitecto a la vez que pintaba. Llevo ya 7 años dedicado de forma exclusiva a la pintura, pero me queda el poso de haber estudiado Arquitectura y de haber trabajado como arquitecto, y creo que lo llevaré toda la vida.

P: ¿Por qué te inclinas más: por la arquitectura o por la pintura, teniendo en cuenta tu evolución como artista y el enfoque que le has dado a tu vida?

R: Pues no sabría qué responderte. Evidentemente, me inclino más por la pintura, al haber dejado la arquitectura profesionalmente, pero me sigue gustando muchísimo y creo que se pueden compaginar ambas. De hecho, intento mezclarlas; yo pinto con materiales de la construcción, con materiales que utiliza el albañil, no con materiales de Bellas Artes. Mis herramientas no son pinceles, son espátulas; y con las pinturas, uso pintura acrílica, pintura al agua pero la mezclo con yeso, con cemento, con hormigón. Con eso, intento que, además de representar la arquitectura, la técnica sea propia de un albañil o de un constructor.

P: Al observar tu obra, me ha llamado la atención un detalle. A pesar del predominio de los negros y grises, destaca la presencia de determinados golpes de rojo distribuidos por el cuadro. ¿Cuál es el propósito? ¿Hay alguna intencionalidad en este reparto del color, o forma parte de esa espontaneidad de la que hablabas?

R: Hay dos respuestas para esto. La primera es el origen del rojo en mis cuadros. Al principio, hace 15 o 20 años, había siempre en el cielo de mis cuadros un círculo rojo que representaba el sol. También me servía para darle una nota de color a unos cuadros tan monocromáticos, tan grises, y que, a la vez, fuera una llamada de atención para el espectador. En origen era eso, algo totalmente figurativo que, después de 20 años pintando, eso fue evolucionando, ya que después de hacer un círculo empecé a hacer una línea, una mancha. Ahora ya es como un manchurrón, una salpicadura. Y la segunda respuesta sobre adónde va esa salpicadura… Es un poco aleatorio. Como no me gusta controlar las cosas, procuro que no vaya en el centro del cuadro. Normalmente, en esta posición es donde está el motivo principal que quiero representar. Entonces, intento que esa mancha vaya por el exterior.

P: Sin embargo, endereza un poco la escena, encuadra la atención, de alguna manera.

R: Sí, puede hacer un poco de marco… Aunque hoy en día, en realidad, ya es mi firma. El blanco y negro con la mancha roja. La gente ve blanco y negro, manchón rojo, y ya lo identifican como de Óscar Cabana.

P: Es importante tener un toque distintivo, diferencial… Porque todo está ya inventado.

R: Sí, sí, yo creo que eso es fundamental, algo que muy pocos artistas tienen. Para mí es básico tener una seña de identidad, que la gente vea un cuadro y sepa que es mío. Igual que cuando ven un cuadro de Van Gogh o de Picasso, valga la comparación, que identifiquen el cuadro sin ver la firma. Me parece fundamental para cualquier artista tener un discurso, una línea propia.

Óscar Cabana trabajando en un cuadro. Parte 1

P: Tus cuadros tienen también un carácter muy documental, digamos que no rompes la dinámica de lo que representas. En cierto modo, eres muy fiel a una visión muy urbanística, que compartes, quizás, con la fotografía. Le das mucha profundidad de campo y, en algunos cuadros, ese punto de fuga hacen como que el cuadro “respire” más, digamos. ¿Definirías tu pintura como fotográfica, en ese sentido?

R: No sé. Intento que la pintura sea mucho de mancha, que cuando la veas de cerca no aprecies casi nada, sobre todo en formato grande, que es lo que me gusta trabajar. Que una vez que te vas alejando, el cuadro tenga dos visiones, una cercana en la que ves mucha mancha, casi abstracción, y a medida que te vas alejando sí que aparece la figuración, los edificios…, como dijiste, la perspectiva, las luces. Ya en esa visión lejana, sí que puede tener un resultado fotográfico, sobre todo por los juegos que hago con los reflejos y con la luz.

P: ¿Por qué buscas esa dualidad, ese enfrentamiento de más cerca, más abstracto, más lejos, más figurativo?

R: Quizás por mi propia técnica. Después de muchos años pintando, me siento identificado con pintar de una manera rápida, espontánea, muy manchado, sin nada predefinido y que, poco a poco ,se vaya convirtiendo en una imagen bastante nítida. No intentar desde la nítidez llegar a la abstracción, sino al revés, desde la abstracción, desde la mancha, llegar a la figuración. Creo que esta sería una buena definición: desde la abstracción llegar a la figuración.

P: Entonces, aunque el proceso sea muy instintivo y espontáneo, hay un cierto método.

R: Llevo mucho tiempo pintando y, quieras o no, por muy espontáneo que quiero que sea, después de tanto tiempo trabajando, de tantos cuadros pintados, ya hay un método, una metodología que sigo. Es un proceso. La técnica ya la tengo bastante definida, así que intento darle más libertad a la temática, a lo que quiero representar.

P: Hablando de libertad creativa y de la influencia académica, ¿crees que las escuelas de arte, las reglas artísticas, pueden coartar esa fluidez o creatividad al que estudia artes?

R: Cada escuela tiene su metodología. Para formarte, está bien conocer todas las reglas artísticas,  todas las técnicas, todos los estilos, saber, tener una cultura. Creo que cuantas más cosas hayas visto, cuantas más cosas hayas vivido, el resultado va a ser más rico. Lo que yo pinto es como un autorretrato. En mis cuadros influyen pintores que he visto, el haber estudiado arquitectura, el haber trabajado, el haber tenido tenido hijos, vivir en Coruña, la película que vi ayer, el libro que me estoy leyendo,… Todo lo que me ocurre en mi vida creo que luego se ve reflejado. Creo que esto le pasa a todos los artistas. También creo que cada artista es libre de seguir unas reglas… o de inventárselas. Ahí está lo bonito del arte, la subjetividad. Puedes trabajar con una regla super ortodoxa y que el resultado sea excepcional, Y puedes, también, ser super aleatorio y tener un resultado excepcional.

P: Hablando de inventar, ¿hasta qué punto se ha llegado para dar margen a los nuevos artistas, a los que empiezan, con su creatividad? ¿Está todo muy trabajado ya, muy explorado?

R: Yo soy muy positivo y siempre creo que se pueden inventar cosas. Es muy tópica esa frase de ya está todo inventado. Sí, es verdad que está todo inventado, pero siempre se le puede dar una vuelta de tuerca más. A lo mejor no se puede inventar mañana, pero sí después de muchos años, o la tendencia hace que las cosas cambien.

P: Referentes principales que consideres tú que te han influido: desde lo personal hasta el ámbito artístico. Lo principal que consideres que te ha llevado hasta aquí.

R: No lo sé, un montón… Desde los pintores clásicos, desde la arquitectura… Es que desde todo, desde el Paleolítico hasta hoy en día. Por decirte algún nombre, a mí me gusta Picasso, porque es español, porque tiene un estilo super propio, porque se inventó una manera de pintar, porque era un crack. Tiene un millón de frases y de ideas que me parecen increíbles. Me gusta mucho todo el impresionismo, me gusta Van Gogh, Cézanne, Monet, Manet … De pintores cercanos en el tiempo, me gusta Jeremy Mann, muchísimos pintore. Me gustan muchísimos estilos, no sabría decirte un nombre. Me gusta mcuho Xaime Cabanas, de aquí de Coruña, que ya se ha muerto. Recuerdo una exposición suya en el Kiosko Alfonso, una de las primeras exposiciones que vi conscientemente, que me dejó impresionado y me dio ganas de pintar. No sé…, tengo un montón de influencias por todas partes.

Óscar Cabana trabajando en un cuadro. Parte 2

P: Siempre es importante tener ahí un banco, un glosario de influencias porque, al final, de lo que vemos y de lo que vivimos surge el arte, ¿no?

R: Exacto.

P: Ahora quería preguntarte por algo más polémico. ¿Los artistas locales os sentís apoyados suficientemente desde lo institucional?

R: Yo creo que hay poco apoyo institucional en general. Creo que hay pocas salas donde exponer, creo que hay poca comunicación entre nosotros, los artistas, y el Concello, la Diputación, las instituciones. Creo que debería haber bastante más apoyo y mecenazgo. Sitios para exponer, algún apoyo económico, dar talleres, contar con nosotros para las actividades… Y facilitar las cosas. Que sea fácil hablar, que yo tenga el teléfono de mi concejal o de mi técnico de Cultura, y poderle plantear algo fácilmente de una manera cotidiana Y que nos conozcan también, que nos pongan nombre y apellidos, que sepan dónde tenemos nuestros estudios y que haya una relación más fluida que, ahora mismo, no hay. Creo que empieza a haberla, pero que no la hay. Por lo menos, en mi caso, me cuesta mucho llegar a las instituciones, mucho más que llegar a las empresas. Por ejemplo, el mundo privado me parece más accesible.

P: ¿Has encontrado más apoyo o acogida institucional en otros lugares fuera de aquí, en otros sitios donde hayas podido mostrar tu obra?

R: Eso sí que no lo sé responder. No tengo ni idea. Yo he nacido en Coruña, he trabajado siempre en Coruña, e incluso el 70% de mi clientela es, digamos, coruñesa. El noventa u ochenta por ciento es gallega. Entonces, desconozco un poco cómo está el tema en otras ciudades. Supongo que estarán más o menos como aquí, no creo que sea Coruña una excepción.

P: ¿Has pensado en expandir tu área de distribución, de trabajar fuera o llevar fuera tu obra?

R: Sí, sí, lo pienso, siempre lo tengo en mente. Mi idea es crecer y, sobre todo, salir de Coruña, pero es difícil. Llevo ya muchos años y, como te digo, mi clientela mayoritaria está en Galicia. Tengo galerías por toda Galicia, en Orense, en Pontevedra, y también en España: Madrid, Lleida, Soria, Oviedo. Intento salir fuera poco a poco, pero es difícil. Hay que tener una red de contactos. Evidentemente, mi red de contactos es mucho más local que exterior. Pero lo intento y estoy trabajando para ello.

P: Volviendo al apoyo institucional, ¿cómo crees que se podría alcanzar un escenario ideal en el que el arte que se hace en Coruña tuviese ese punto de repercusión, de dinamización que necesita?

R: Popularizándolo. Dinamizándolo con iniciativas como la jornada de Estudios Abiertos que se hizo hace poco  [sábado 13 de abril]. Ese tipo de actividades está muy bien porque hace que la gente se acerque a los estudios. Hace que la gente vea más arte, y que lo vea como algo más cotidiano. Hace que entrar a un estudio o un museo sea como entrar en una tienda. En un bar se entra todos los días, pero en una galería de arte se entra muy poco. Incluso, hay gente que no entra nunca en toda su vida. Que las instituciones colaboren, hagan más eventos y cuenten con nosotros. Eso hace que se popularice el arte, que la gente lo vea como algo más del día a día.

P: Y entre vosotros, los artistas, ¿crees que debería haber más comunicación, más colaboración?

R: Sí. Creo que es un gremio muy poco corporativista. Yo vengo de la arquitectura y allí yo le puedo pedir cualquier favor a mis colegas arquitectos, incluso hay un Colegio de Arquitectos. Hay instituciones que apoyan y que luchan por un bien común. En la pintura hay muy poco de eso. Somos muy individualistas, hay muchos egos… Es más difícil.

P: Y aparte, imagino que no todos lo profesionalizáis hasta el punto de dedicaros exclusivamente, como en tu caso, pues hay algunos que compaginan con otros trabajos.

R:Totalmente de acuerdo. Es una profesión muy precaria, en ese sentido, y muy poco profesional. Se cuentan con los dedos de una mano en Coruña la gente que vive de la pintura y para la pintura. Casi todo es compatibilizar la pintura con otro trabajo.

P: Eso, en cierto modo, es un obstáculo también para mejorar como gremio.

R: Sí, si estás compartiendo tu tiempo en dos cosas, nunca vas a hacerlo tan bien como si haces solo una, eso está claro.

P: En comparación, hay otros sectores, como el gastronómico, por ejemplo, que se les ve más unidos para darse a conocer, informar sobre sus eventos…

R: Sí, sí. Es un sector mucho más popular, están los programas de televisión sobre cocina… Lo han hecho muy bien, porque hace años eso no ocurría. No sé en País Vasco o en el resto de España, pero aquí no pasaba. Ahora es algo que todo el mundo conoce. En cambio, en la pintura pasa lo que has dicho, está mucho más escondida, llega a mucha, mucha menos gente. Quizás porque no estamos siendo capaces de organizarnos, de tener un colegio o asociaciones que luchen por nuestros derechos… Que sí que las hay, pero que no funcionan como tendrían que funcionar.

P: Pues es una pena, porque en Coruña puede haber hueco. Hay infraestructuras de interés, como el espacio que ahora acoge la exposición fotográfica de Helmut Newton.

R: Sí, sí. Hay museos, hay infraestructuras culturales, pero creo que no funciona como debería funcionar.

P: Coruña siempre ha tenido referentes muy importantes, como Picasso. Es una pena que no se refleje más este espíritu…

R: Sí, pero es complicado. Me parece más un tema político, digamos incluso estructural de la sociedad.

P: Para terminar, ¿qué nuevos proyectos tienes en mente, o ya lanzados?

R: El viernes 26 de abril [19:00 h, Eurostars Gran Hotel] inauguro una exposición en Lugo. Ya estuve allí hace dos años, y vuelvo otra vez. Afortunadamente, está creciendo mi clientela de Lugo, así que voy a apostar por seguir por allí. Y seguir por Galicia. Mi idea es exponer muy poquito en Coruña y hacerlo más en Lugo, Vigo y Pontevedra. Por lo que hablábamos antes, salir de aquí y seguir creciendo.

P: Que sea todo un éxito, esta exposición y las que vendrán por Galicia. Muchas gracias por atenderme.

R: Gracias a vosotros. El placer es mío.

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