Sofi Peries: «Muchas veces, el arte sale del sufrimiento»

20 minutos de lectura

Entrevistamos a Sofi Peries, artista por naturaleza y socióloga de título, que logra trasladar los deslices emocionales de la condición humana a la rebeldía musical del género urbano.

Imagen: Sofi Peries.

En una primera pasada, puede resultar complicado asociar géneros aparentemente tan dispares como el soul y el trap. Sin embargo, comparten la necesidad de transmitir todo el sufrimiento que les da vida, como desahogo fundamental para avanzar. Desde Cool Coruña, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Sofi Peries, una artista comprometida con sus sentimientos y con la sociedad, que aborda la complejidad emocional del amor desde el carisma desgarrador que desprenden sus canciones, marcadas por la convivencia de influencias del soul y la música urbana. De nuevo, es hora de abrir el telón. Comenzamos.

P: Me gusta empezar planteando cómo se ve la persona entrevistada a sí misma, y que lo comparta con los lectores. Entonces, ¿quién es Sofi Peries?

R: Vale… [pausa]. Sofi Peries es una artista un poco multidisciplinar, porque no solo soy cantante. Trabajo música, pero también me encanta la performance y todos los recursos audiovisuales, para poder enseñar el arte a través de distintos canales, no solo a través de las canciones o de la música. Y nace un poco de la necesidad de tener que expresarme, de poner orden a mis pensamientos, porque tengo un batiburrillo en la cabeza y muchas veces no sé cómo expresarlo, cómo sentirme o cómo procesarlo cuando tienes etapas más malas. Empecé haciendo poesía, desde los 13 años o un poco antes, como forma de expresión, de entender un poco mis pensamientos y, después, trataba de darle un sentido, diciendo “puedo aprovecharlo para hacer algo con música” (porque a mí siempre me gustó), “voy a intentar hacerlo, voy a hacer algo un poco más de música negra, por así decirlo, no soul o blues”. Este proyecto fue una consecuencia de que se separara mi anterior grupo, a raíz del covid. Nosotros nos llevábamos bastante guay, hacíamos bastantes bolos, teníamos muchos festis el año de la pandemia pero, por desgracia, se tuvieron que cancelar todos y, a partir de ahí, uno se tuvo que ir a Madrid, otro se centró en la carrera,… Al final, el grupo se separó y yo, como quería seguir haciendo música y me gustaba hacer bastantes cosas en general, me puse a escribir como una loca, y justo había unos colegas que hacían música urbana, un productor, etc. Y de ahí salió Sofi Peries, el primer EP.

P: Comentas que tienes influencias del rock que hacías con tu grupo, luego has montado una especie de show urbano… Has conseguido mezclar todo eso, aunque puede parecer que el soul o el blues son algo muy distinto del trap o lo urbano…¿Por qué decidiste combinar esos dos géneros? ¿Cómo lo haces?

R: El blues, el soul y el trap tienen mucho en común, más de lo que la gente se espera, porque es música de los márgenes a nivel social. Yo soy socióloga, y creo que la gente que es vulnerable a nivel social y a nivel estructural, muchas veces sufre más que otras personas con más privilegios, y el hecho de sufrir les lleva a hacer arte. Porque el arte muchas veces sale del sufrimiento… Creo que el trap, el soul y el hip hop tienen muchísimo en común por eso, porque nacen de esa necesidad de tener que expresarse y de una inconformidad con el sistema. Obviamente, hay distintos tipos de trap, de hip hop, y de música negra en general, pero a mí lo que me gusta ver es esa unión que hay entre una cosa y otra … Es el sufrimiento o la inconformidad o el hecho de necesitar expresar un dolor o una pasión. Pero, en mi caso, es mucho más emocional.  Soy una artista emocional que busca a través de la música expresar lo que siente y todas las contradicciones del ser humano. Porque es verdad que sufro, pero… bueno, también disfruto. Es una lucha interna entre el placer y el sufrimiento.

P: Es muy interesante esa asociación que haces, que tiene además una justificación, tiene un motivo. No es algo vacío, que eso al final es lo más importante, hacer música que tenga no sólo una razón de ser, sino también un argumento, ¿no?

R: Sí, sí. Simplemente puedes hacer música por hacerla, porque tienes la facilidad y te puedes autoproducir, pero al final la gente que hace música se autoproduce. Por ejemplo, la gente que hace urbano. Sí que suena bastante sentida aunque hable de culos, ¿sabes?, aunque hables de culos tú quieres vivirla, y quieres salir de esa parte, de ese estatus o situación de precariedad económica… Al final, un poco sí que une eso. Es cierto que yo soy bastante friki en el sentido social y me gusta mucho darle una vuelta…              

P: Romper con el Matrix

R: Sí, sí, y buscarle una significación más allá de hacer música…, pero yo qué sé…Igual que en los años 20 cuando se empezaba a hacer el jazz, se hacía en una casa porque tenían los instrumentos y podían hacerlo, ahora mucha gente tiene una tarjeta de sonido y un ordenador y puede hacer música. Se va avanzando, se van construyendo alternativas… y está guay.

P: Calificabas a Sofi Peries como una artista emocional … Las letras de tus canciones se aprecian como muy desgarradoras, se sienten como una liberación brutal de los sentimientos más profundos, desde el amor hasta la frustración. ¿De dónde procede esa fuerza compositiva, por así decir… esa catarsis?

R: Las catarsis… de mi puta cabeza, la verdad [risas]. Normalmente, cuando más escribo es cuando peor estoy a nivel emocional. Si estoy depre o tengo mucha ansiedad, saco las letras de esos momentos chungos, de una ruptura, etc. Tengo un EP por sacar de cuando estaba en una relación. Salir de eso, de esa lucha interna y de sentirte culpable contigo misma, eso te genera ansiedad, y a mí esa ansiedad me hace escribir. Básicamente es eso, de la depresión y la ansiedad es donde saco las letras, por eso muchas veces son tan intensas. Intento rebajarlas, incluso,  sin darme cuenta… La primera letra que escribo, que no es una letra, es un poema, a lo mejor es menos mercantilizable, por así decirlo, es más…para mí.

P: O sea, que primero haces una especie de boceto más íntimo, más personal,  y prefieres mantenerlo en tu privacidad. Y luego, ya hay una segunda versión más para producir… Entonces, es trasladar ese sentimiento a algo más allá de tu mundo, de lo tuyo…

R: Depende de los procesos creativos, depende,… pero el primer EP sí que fue así. Fue cuando estaba muy rallada, escribía y escribía, y de eso saqué las canciones que hay en el primer EP. También en algún single, por ejemplo, o en alguna nueva canción si me dan un bit o una instrumental, lo construyo a través de eso… Primero va la música y después la letra, pero otras veces primero va la letra y después la música. Depende mucho. Son procesos muy emocionales de momentos chungos. Es de ahí de donde saco la inspiración. Hay gente a la que le falta inspiración, y yo digo, coño, a mí no … En cualquier momento que estoy mal me pongo a escribir.

P: En cierto modo, escribir es un lujo, un privilegio, pero también conlleva una cierta condena porque implica un dolor emocional del que nos tratamos de blindar poniéndonos una coraza…

R: Sí, pero a mí me gusta.

P: Te gusta ser natural y… sufrir. Aprender a sufrir…

R: Me refiero a ser transparente, porque vivimos en una sociedad de estereotipos y de la felicidad… de encubrir emociones. Soy una persona bastante natural y me gusta ser transparente, no me gusta encubrirme, pero porque no veo necesidad. Yo creo que en la naturalidad es donde están las relaciones humanas. Muchas veces nos complicamos, damos muchas vueltas, generamos situaciones incómodas, cuando hablando se entiende la gente. Tampoco me cohíbo mucho a la hora de escribir porque, igual que siento yo esto, a lo mejor muchas personas sienten lo mismo. Lo sé porque me lo han dicho. Y yo le estoy poniendo un nombre porque tengo facilidad para expresarlo y para ponerlo bonito. Una canción es ponerlo bonito. Creo que las palabras, muchas veces, le ponen un sentido a las emociones.

P: Le dan un orden… Es como ordenar tu habitación cuando lleva meses… hecha un cristo.

R: Tal cual.

P: Otra cosa que veo es que en tu EP, Sintiéndolo mucho, alternas el inglés y el español… He hablado con algunas personas que componen en inglés, y me dicen que se sienten más cómodas escribiendo en inglés aunque el español sea su lengua habitual. ¿Te sientes más cómoda escribiendo en inglés o en español?

R: Tuve una lucha bastante grande con el tema del idioma porque escuché música en inglés toda mi vida, mis referencias son en inglés. Me sentía mucho más cómoda utilizando el inglés, pero sobre todo porque todo suena más soft, más suave, menos impactante. No es lo mismo decir I love you que “te amo”, esto suena más fuerte, en español o en gallego, es todo como más intenso. Estoy cambiándolo y encontrándome más cómoda, pero… tras mucho ejercicio, no es algo de dos días… Me forcé a escribir en español buscando las palabras que fonéticamente me suenan más suaves a través de mucho frikismo, no te voy a mentir. Rimas, diccionarios, sinónimos… Buscar las eles, las efes, las enes, en vez de las jotas, las ges, las eñes,… Aunque los sentimientos realmente tampoco habría que esconderlos tras la suavidad, pero bueno… Es a lo que estamos acostumbrados con las influencias del inglés y de la música inglesa, quizá como consecuencia de haber pasado una dictadura hace relativamente poco y que no se generara tanta música en español. Reconozco que le he tenido un poco de hate a la música en español, y no sé por qué, me encantaría saberlo. Pero ahora me estoy encontrando más cómoda.

 P: Quizá el inglés ofrece más plasticidad o flexibilidad también a la hora de cantar. El inglés te permite, a lo mejor, trabajar más melismas u otras técnicas vocales, y en español te ves más sometido a la letra.., a la estructura, …

R: Sí, a las sílabas… Claro, sí.

P: Entonces, a lo mejor el español, en ese sentido, es un idioma que…

R: Tienes que repensarlo más…

P: Claro, tienes que priorizar. O priorizas el canto o priorizas la letra, o intentas hacer un nexo pero es difícil, y a lo mejor con el inglés, siempre lo puedes encubrir más por esa flexibilidad que tiene, ¿no?

R: Claro. Al final, las influencias más grandes son en inglés. Entonces, si tengo como referencia a Nina Simone o a Etta James, no tengo a Rocío Jurado, ¿sabes? Me refiero a que Rocío Jurado puede ser una influencia para una cantante pop en español, que cante pop en español y que le encante. Son referencias muy difíciles de trasladar, como Lauryn Hill, o así. Son juegos, muchísimos cambios de melodías, muchísimos… Es un melisma, alto, bajo… Es una estética muy distinta y un sonido muy distinto. Es un trabajo que tienes que hacer de escucha, de ponerte muchas veces a escribir, y fallar, y seguir buscando.

P: Hablando ya del mundo de la música en general, el mainstream y, sobre todo, el género urbano, trap o rap, están más al alza que hace un tiempo pero, a pesar de ello, el urbano está bastante estigmatizado por la gente: que si no es música, que si utiliza autotune, que si no son cantantes, no son músicos…¿Qué piensas tú, una persona que hace género urbano, de esta “discriminación”, por así llamarla?

R:  Creo que clasismo siempre va a haber. Dentro de la música y dentro de todo. Me refiero a que, si algo es accesible para todo el mundo, siempre va a haber algún turista que critique y que quiera sacar lo malo de una expresión artística. Para mí, la música urbana es una expresión artística más que es accesible para la mayoría de gente. Me refiero a un chaval que tiene 15 años y que se pone a autoproducirse, pues es una suerte que se pueda «autoproducir». Igual que un chaval que empieza a tocar la guitarra, es algo que puedes hacer si tú tocas la guitarra, si tienes la guitarra. Para mí, la música urbana expresa, además, parte de situaciones concretas… Obviamente, habrá gente con más o menos suerte o capacidad económica, y la gente con más capacidad económica y más contactos sale mejor porque tiene más facilidad a la hora de desarrollarse como artista.

P: Sobre todo, los contactos….

R:  Sí, los contactos son en todo. Pero el arte es expresarse, el arte es sacar algo de una situación humana… literalmente. El arte es expresión, es transmitir a la gente tus emociones, o ser capaz de hacer sentir algo, incluso que te haga sentir incómodo. Que incomode a la gente, eso es muy bueno…

P: Sí, si ese es tu propósito, si hay una finalidad…

R: Claro. Hay mucha gente que critica el autotune de vaciar…[pausa] Bad Gyal tiene millones de escuchas, fue de menos a más, y es verdad que puede sonarte peor o mejor, sobre todo si eres una persona que tiene distintas influencias. Obviamente, dependiendo de cuáles tengas, te va a sonar mejor o peor. Pero el autotune es un recurso del momento actual. Estamos en 2024, hay esas opciones, la música con sonidos electrónicos es una estética. Es un recurso.

P: Es una realidad…

R: Pero no significa que cantes peor o mejor. Hay gente que canta muy bien y que lo utiliza. Rosalía, por ejemplo. Es una forma de experimentar con la música. Cierto que puedes suplir muchas carencias con el autotune, y hay gente que no canta bien y lo utiliza, pero no me parece que le quite valor. Depende también de los propósitos que tengas como artista. Pero si haces música para el mainstream y metes autotune y a la gente le gusta, pues ya estás obteniendo resultados.

P: Y, aparte, estás siendo coherente contigo mismo y con aquellos a los que te diriges. No tienes por qué gustar a todo el mundo.

R: Claro, claro, por eso…

P: Tampoco es que vaya dirigido a los que critican, ¿no? A lo mejor, no tienes por qué escucharlo. En ese sentido, somos libres todos de escuchar y de hacer lo que queramos.

R: Imagínate una persona que lleva toda la vida escuchando rock clásico, Guns N’ Roses, Dire Straits y demás… pues, obviamente, le va a chocar porque los Dire Straits no usaron un autotune en su vida. Pero claro, tampoco le dices a un guitarrista “oye, no uses mucho pedales”… y también está cambiando el sonido de la guitarra. El autotune es como un pedal para la voz, es un recurso más. Si tú le metes distorsión a la guitarra, ninguén dice nada, ¿sabes?

P: Pero si le metes autotune a la voz, ya te están…

R: Claro. En recursos, se puede jugar con muchísimos. Del autotune es del que se habla, pero hay ochocientas postproducciones de voz que le puedes meter y que ni se notan. Porque hay gente que le ha metido el autotune, y no se nota, ¡y lo mete!

P: Claro, no es lo mismo como hace Anuel, que se nota la vibración, a cuando tienes que perfilar una nota que tienes desafinada…

R: Beyoncé también lo utiliza, ¿sabes? No pasa nada.

P: Y es Beyoncé, que canta mejor que el 98% de la población, ¿no?

R: Claro.

P: Al principio, mencionabas la performance, tu gusto a la hora de dar conciertos. Un músico también tiene que cuidar la interpretación. ¿Qué importancia le das al concepto estético, tanto para las redes sociales como para el vestuario o la caracterización, que complete el propósito final de la música que haces?

R: Creo que conformarlo como un todo es bueno. Si soy artista, no voy a ser artista simplemente para expresar solo con mis canciones lo que quiero transmitir. Puedo hablar de algo intimísimo, de una relación sentimental, ser intimista en una letra, pero jugar también con los visuales o con el vídeo para mostrar ciertas partes que no se enseñan pero que existen. A lo mejor yo hablo de que estoy mal, pero no estoy hablando de los momentos chungos de una relación o de que tengo un apego ansioso y la otra persona tiene un apego habitativo y la otra persona huye de sus sentimientos, y yo quiero luchar por eso, pero la otra persona no…  En una letra no voy a decirlo todo. Juntar la parte musical con la parte visual hace un producto artístico mejor. En las performances, en cuanto doy un concierto, mucha gente se da cuenta de que yo transmito mucho. Bajo del escenario y me dicen “qué emocional que eres…” Hay gente que tiene otras capacidades. Yo tengo una capacidad, que soy muy expresiva y naturalizo mucho mis sentimientos. A mí me gusta subir al escenario y poder explicar de dónde salió esa canción. Y una vez que me pongo, hacer como si estuviera en ese momento escribiéndolo. En una de mis canciones, Magnetism, que va de la tensión sexual entre dos personas, de sus primeros contactos, a mí me gusta significar y jugar un poco con esa provocación, con esa sensualidad y que, en otras, sea como más humana o más masculina, o hegemónicamente masculina, en otras me apetece explorar más esa feminidad y esa sensualidad. Es como un recurso más. A mí me gusta que la gente pueda entender mis canciones y sentirlas de verdad, y eso es una suerte que tengo. A mucha gente le cuesta subirse al escenario, en cambio a mí me encanta. Si puedo aprovechar eso, lo aprovecho.

P: Tener un buen directo, hacer una buena escenificación… Completar el sentido de tus canciones con una interpretación potente que llegue es clave, sobre todo en la industria actual, donde los bolos son casi el pan de cada día para el músico…

R: A nivel performance, también es importante el vestuario. Le doy bastante importancia y me gusta jugar un poco con eso, no dar una imagen cien por cien normativa de lo que se supone que es una cantante femenina. Me gusta jugar un poco con una americana extra grande que tenga una apariencia un poco masculina, luego quitármela en otra actuación porque me apetece hacer más de dominatrix…¿por qué no? Que la gente vea esa versatilidad, ese dominio de la estética… que tenga sentido con lo que estás diciendo. Obviamente, tampoco me voy a ir de la máxima rapeira … Me gusta que sea coherente todo con lo que quiero transmitir. Un día puedo ir un poco más urbana, o si voy a tocar a una sesión vermut, me gusta ir un poco más chill. Es un recurso más, también.

P: Te quería preguntar sobre la cara B, la parte negocio de la música. Porque tú haces un género, el urbano, donde ahora hay muchísima competencia. ¿Cómo es esto de intentar no solo consolidarte en lo local sino ir más allá?

R: Es muy difícil. No hay una clave secreta, yo no la tengo, porque estoy creciendo poco a poco. Pero el hecho de no parar, de darse a ver, darle contenido a las redes sociales, transmitir que estás haciendo cosas, es importante. Muchas veces, no se tiene en cuenta que una carrera artística es una carrera de fondo. Mucha gente es de “lo quiero ya todo”, y el ya no existe. Puedes jugar un poco con las redes sociales, buscar la viralidad… Pero la viralidad es muy difícil, porque no depende de ti. Siempre depende de que le guste a la gente, de que le parezca sorprendente, o que vea un meme y se activice lo que estás diciendo… Lo que está de mi mano, que es mover mis conciertos, hablar con gente, salir de fiesta y dar a conocer mi proyecto, eso se me da bien. Dependes mucho de tu habilidad social para vender tu propio proyecto, no sólo a través de redes sociales, sino a nivel personal. Soy una persona bastante insistente y que me gusta no parar. Es verdad que tengo parones a nivel creativo, porque mis canciones no solo dependen de mí, sino también dependen de los productores, de que acaben la canción, del master… de los vídeos … Si quiero hacer un vídeo que transmite tal cosa, no vale cualquier cosa. Tiene que gustarme a mí y que todo vaya en consonancia; la postpro de una canción tiene que tener los matices que a mí me gustaría,… y todo eso con los pocos recursos que tengo, cosa que son… mi sueldo. En resumen, es estar ahí, mantenerse, seguir haciendo, intentar hablar con gente y darle continuidad a las redes sociales y mostrarse como eres.

P: Claro, claro.

R: Cercanía y transmitir la pasión que tengo por mi proyecto. Realmente, tengo esa pasión porque creo en él. Es cierto que hay mucho vendehumos, que te dicen “vente a producir con nosotros”. Hay que saber filtrar… y saber por qué limitas también a la gente que se quiera producir sus movidas, porque… haberlas, hailas! También hay que hacer caso a la experiencia que tengas, y depender más de lo que haces tú que de lo que dicen los demás. Porque mucha gente dice mucho… Pueden prometerte hostias y al final… no ir a ninguna parte y tú quedarte con los brazos cruzados. La naturalidad lleva a que le guste el proyecto a la gente, pero muchas veces te plantean cosas que no llegan a ninguna parte, por ejemplo, algún festival que te dicen “sí, sí, que te vamos a traer a tal y a cual…” Como no haya un sello o una movida discográfica de por medio… Hay que luchar, hay que tener paciencia y no frustrarse. Tener en cuenta que es una carrera de fondo. Para mí, es así… Aguantar [risas], resistir.

P: Entonces, ¿cómo sería para ti tu plan ideal, lo que sería para ti vivir de la música?

R: Vivir de la música en plan ideal sería tener la capacidad económica como para poder dedicarle el tiempo que me gustaría a ella. Ahora mismo no tengo el tiempo que me gustaría para dedicarle a la música, tengo un curro de jornada completa, de nueve de la mañana a seis y media de la tarde, jornada partida. Muchas veces, llego tan reventada que no puedo ni ir al estudio, o no puedo ir porque el estudio está con otra persona, tiene su horario… Mi forma de vivir de la música sería tener tres conciertos, o cuatro, al mes que me aseguren un sueldito, y poder pagar la producción y la música… o no tener que pagarlo, que se me asegure el hecho de poder producir, cantar y tener unos conciertos como para mantenerme. Yo no busco ser rica, quiero poder dedicarme a ello a tiempo completo… Ese es mi objetivo. Si tengo tres conciertos en los que me pagan quinientos pavos… yo ya soy feliz. O un contrato discográfico, que ahora es como ir muy a lo loco… No suelen hacerlo, como mucho te dan un adelanto, pero esto tampoco te asegura nada. No dejaría mi curro por un adelanto de veinte mil… De doscientos mil, ¡obviamente, sí!…pero, ya llegará eso. O te haces mazo viral, y vendes un montón… o es imposible. Me gustaría no tener que trabajar a jornada completa en un curro que no es la música. Ese es mi objetivo.

P: Es un objetivo muy realista. Ahora hay mucha tendencia a decir “¡no, no, es que quiero llenar un estadio… la fama es el objetivo final, no la música!” Y no.

R: Yo no, porque no creo que eso llene lo suficiente. ¿Qué es la fama? La fama es un objetivo un poco raro. Tú no quieres llegar a ser campeón desde el principio, desde que empiezas no quieres ser campeón olímpico. Sí te lo planteas cuando ya eres campeón del mundo, o cuando eres campeón de España. Yo no soy campeona de nada, ¿sabes?, ahora, en la música. Entonces, tampoco puedo decir “yo quiero llenar…” No, yo quiero poder vivir de esto, y me parece un primer objetivo bueno, que lleva y va a llevar su tiempo. Yo sé que lo voy a hacer, porque intento llevarlo de forma que no me desgaste y poder llegar a ello. Tengo 26 años, tengo tiempo.

P: ¿Nunca has sentido el tiempo como una bola de nieve que se va haciendo más grande y sientes que no estás haciendo lo suficiente?

R: Es cierto, el auto-sabotaje siempre acompaña al artista, y jode mucho. Intento tomarme ese juego también como una motivación. A la hora de hacer música, de componer y de dar conciertos, cada vez me van saliendo más oportunidades, e intento ver cada oportunidad como un éxito. Intento no desaprovecharla nunca, y nunca subestimar nada, porque de un concierto te pueden salir tres, o un contacto que te mueva a hacer una colaboración con un artista. Nunca se sabe. El tiempo es una carga, pero es una suerte también, porque si no estuviéramos limitados por nada, no haríamos nada. Los artistas trabajamos con fechas límite. Intento restarle importancia a eso, y cogerlo con un poco de cariño. No queda otra.

P: Claro, porque tampoco hay que agobiarse…

R: Que me agobio mucho, ¿eh?

P: Que sí, pero hay que saber cómo lidiar con ello, ¿no?, porque se nos puede convertir en un bloqueo brutal.

R: Sí, los bloqueos artísticos son consecuencia de ver que no avanzas y a lo mejor tienes tres conciertos y parece que no estás avanzando, o no estás viendo lo que hay realmente… porque los agobios y la ansiedad nublan mucho la vista.  Puedes ir haciendo pequeñas cositas que te vayan llevando poco a poco a donde quieres estar. Es un proceso y hay que vivirlo como tal, y tener en cuenta que eres lo que haces. Creo que es la clave. 

P: Ya para terminar… Imagino que como todo artista, aunque tengas un concierto hoy y otro mañana, ya estás mirando para adelante.  ¿Qué proyectos tienes en mente?

R: Este año puedo sacar otro álbum que tenía aparcado desde hace un año; ya lo tenía listo desde hace mucho, pero tuve un bloqueo creativo, de los de darle muchas vueltas a la postpro. Además, voy a sacar mínimo dos singles más y alguna colaboración. O sea, este año voy a sacar bastante música porque, como lo tenía bloqueado desde hace bastante, será todo lo acumulado. No sé cómo van a ser las fechas, pero empezaré con un single, que es una de las últimas cosas que hice. El vídeo va a estar guay porque es con una cámara con una estética más dosmilera. Sacaré primero un single y después el EP, y mientras tanto, haré colaboraciones. Tengo ganas de sacar estas movidas.

P: Es lo mejor para un músico, tener un año movidito, porque si no, sientes que no estás…

R: …Avanzando. Eso fue lo que me pasó, no saqué este EP porque no creía que el disco realmente transmitía lo que yo quería, a nivel sonido y mezcla. Darle tantas vueltas tampoco lleva a ninguna parte. A nivel vídeo tampoco tengo tanto, tengo un vídeoclilp hecho, pero creo que voy a sacar ese vídeoclip y ya está, como un adelanto a nivel visual de todo.

P: Genial. Entonces, tendremos en cuenta las actualizaciones de Sofi Peries  a través de redes sociales y todas las plataformas musicales, Spotify, YouTube… Aquí terminamos la entrevista. Muchas gracias, y a ver qué tal va todo.

R: Gracias.

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